Revista Digital de la Unidad Académica de Docencia Superior,
Universidad Autónoma de Zacatecas, ISSN: 2594-0449.
Hernández Soto, Zaret Jazmin y Ortega Muñoz, Manuel. (2025). Inteligencia emocional de los docentes de educación básica y su relación con algunas características sociodemográficas. Revista digital FILHA. Enero-julio. Número 32. Publicación semestral. Zacatecas, México: Universidad Autónoma de Zacatecas. Disponible en: http://www.filha.com.mx. ISSN: 2594-0449.
Dra. Zaret Jazmín Hernández Soto. Mexicana. Profesora Investigadora de la Secretaría de Educación del Estado de Durango y la Universidad Pedagógica de Durango (UPD). Miembro del Sistema Nacional de Investigadoras e Investigadores Nivel Candidato, CONAHCYT. Miembro Honorífico del Sistema Estatal de Investigadores, COCyTED, Durango. Orcid id: https://orcid.org/0000-0002-5369-9228 Contacto: hernandezsotozaret@gmail.com
Dr. Manuel Ortega Muñoz. Profesor Investigador de la Universidad Pedagógica de Durango (UPD). Miembro del Sistema Nacional de Investigadores Nivel 1, CONAHCYT. Integrante del Cuerpo Académico CA-UPN-123. Perfil Deseable PRODEP. Miembro Honorífico del Sistema Estatal de Investigadores, COCyTED, Durango. Orcid id: https://orcid.org/0000-0003-2087-5501 Contacto: drmanuelortega@hotmail.com.
Emotional intelligence of primary school teachers and its relationship with some sociodemographic characteristics
Resumen: El presente estudio cuantitativo descriptivo y correlacional, no experimental y transversal tuvo como objetivo identificar la relación que existe entre el nivel de inteligencia emocional en los docentes de educación básica de la ciudad de Durango, Dgo., México., y las características sociodemográficas: sexo, edad y función que desempeñan. La recogida de información se llevó a cabo por medio del instrumento TMMS-48 diseñado en un formulario de Google compartido vía WhatsApp. Los participantes del estudio fueron 78 docentes de grupo, de apoyo y directivos que son parte de las escuelas primarias de la Zona Escolar 139 y de la secundaria “Honor y Gloria” T. M., ubicadas en la ciudad de Durango, Dgo., México. Los principales resultados expresan que el nivel de inteligencia emocional de los docentes es de un 60%, que existen diferencias significativas (p<.05) en las opiniones de los grupos de docentes respecto al sexo en cinco aspectos analizados, mientras que existen diferencias significativas en las opiniones de los grupos de docentes respecto a la edad en 13 aspectos y que existen diferencias significativas en las opiniones de los grupos de docentes respecto a la función que desempeñan en ocho aspectos analizados que son parte de la inteligencia emocional.
Palabras clave: Inteligencia emocional, docentes, sexo, edad, función que desempeñan.
Abstract: The present quantitative, descriptive, correlational, non-experimental, and cross-sectional study aimed to identify the relationship between the level of emotional intelligence in basic education teachers in the city of Durango, Dgo., Mexico, and the sociodemographic characteristics: sex, age, and function they perform. The information was collected through the TMMS-48 instrument designed in a Google form shared via WhatsApp. The study participants were 78 group teachers, support teachers, and directors who are part of the primary schools of School Zone 139 and the "Honor y Gloria" T. M. secondary school, located in the city of Durango, Dgo., Mexico. The main results express that the level of emotional intelligence of teachers is 60%, that there are significant differences (p<.05) in the opinions of the groups of teachers regarding sex in five aspects analyzed, while there are significant differences in the opinions of the groups of teachers regarding age in 13 aspects and that there are significant differences in the opinions of the groups of teachers regarding the role they play in eight aspects analyzed that are part of emotional intelligence.
Keywords: Emotional intelligence, teachers, sex, age, role they play.
Es indispensable conocer y atender el aspecto emocional en cada persona dentro de una sociedad, el que contemos con un adecuado conocimiento y manejo de las emociones es fundamental para nuestro sano y mejor desenvolvimiento con nuestros semejantes. El que se analice el nivel de inteligencia emocional en un grupo de docentes de primaria y secundaria y la relación de la inteligencia emocional con algunas características sociodemográficas nos acercará a conocer las diferencias en cómo pueden actuar dichos docentes y tener un diagnóstico sustentado para la toma de decisiones en cuanto a atender las diferentes áreas de oportunidad resultantes. Es importante que como docentes conozcamos y podamos manejar nuestras emociones de la mejor forma, es muy importante que nuestras emociones se mantengan sanas, dada la estrecha relación que mantenemos con nuestros alumnos y mantener un buen ejemplo para ellos. Medir nuestra inteligencia emocional nos llevará a valorar lo que sentimos, lo que pensamos y cómo lo pensamos, esto para poder identificar qué nos está faltando en nuestra labor social, educativa y formativa con nuestros alumnos.
Una representación de la revisión de literatura sobre la inteligencia emocional en docentes comprendida entre el 2023 y 2024 nos lleva al análisis de dos grupos de investigaciones: 1) donde se relaciona a la inteligencia emocional con el logro de aprendizaje de los alumnos y sus capacidades pedagógicas y 2) donde se relaciona a la inteligencia emocional con otros aspectos de la salud mental de los docentes. En el primer grupo, podemos destacar el estudio de López et al. (2023), que tuvo como objetivo determinar cómo influye la inteligencia emocional en la práctica docente y en el proceso enseñanza aprendizaje en Educación General Básica. Este estudio cuantitativo descriptivo concluye que cuando un docente no maneja su inteligencia emocional, puede sufrir consecuencias negativas como estrés, agotamiento, desmotivación y hasta el abandono de la profesión. En un estudio similar, Roque y Peña (2024) se encargaron de indagar cuál es la influencia de las emociones de los docentes al momento de impartir clases y que impacto tiene dentro del área educativa de los alumnos. Por tal razón, se midió la Inteligencia Emocional y Rendimiento Académico en una escuela secundaria pública desde una perspectiva cuantitativa, dicho estudio concluyó con que no existe relación estadísticamente significativa entre la Inteligencia Emocional de los docentes y el rendimiento académico de los estudiantes. Similar a este estudio es el de Castillo et al. (2024), el cual se centró en explorar la relación entre el nivel de inteligencia emocional de los docentes universitarios y el rendimiento académico de sus estudiantes, los resultados exponen una correlación negativa significativa entre la dimensión de la Atención y el número de estudiantes en supletorios, indicando que los docentes que prestan menos atención a sus sentimientos tienden a tener más estudiantes con bajo rendimiento. No se encontraron relaciones significativas entre las dimensiones claridad, reparación y el rendimiento académico de los estudiantes. Por su parte, Martínez et al. (2023), tuvieron como objetivo analizar la inteligencia emocional de los docentes en relación con el aprendizaje de biología de los estudiantes universitarios, el estudio cuantitativo descriptivo reporta que los docentes presentan deficiencias en los componentes de la inteligencia emocional. Además, los estilos de aprendizaje, según el agente modulador en los estudiantes, muestran una similar ineficiencia, denotando una debilidad en esta área. Se concluye que la inteligencia emocional de los docentes en el contexto del aprendizaje de biología es insuficiente. Finalmente, el estudio de Panchana y Venet (2024), relacionado a esta área, trata sobre la integración de la inteligencia emocional en los programas de formación docente, evaluando su impacto en las prácticas pedagógicas y el desarrollo profesional de los docentes en formación. Mediante una metodología mixta, se encontró que una sólida formación en inteligencia emocional puede mejorar significativamente las competencias pedagógicas, la gestión del aula y las interacciones con los estudiantes.
En el otro grupo de estudios que relacionan la inteligencia emocional y otros aspectos de la salud mental de los docentes, Martínez et al (2023), tuvieron como objetivo estudiar la relación entre inteligencia emocional rasgo y los estados anímicos docentes durante el confinamiento, se concluyó que los docentes con inteligencia emocional elevada se percibieron más enérgicos y considerados con los demás; así como menos nerviosos, malhumorados, tristes y cansados, justo el patrón contrario al de docentes con perfil de inteligencia emocional baja. Además, las maestras obtienen puntuaciones mayores en los estados emocionales negativos. Por su parte el estudio cuantitativo correlacional de Santana y Peña (2024), se enfocó en identificar los niveles de estrés en cuanto a su vinculación con la inteligencia emocional y las estrategias de afrontamiento. Los resultados muestran que más del 60% de los participantes presentaron niveles entre muy bajo y normal, mientras que el 20 % enfrenta niveles de estrés altos o muy altos. Se halló una relación positiva débil entre estrés y estrategias como “resolución de problemas,” “expresión emocional” y “apoyo social”. Esto sugiere que, cuando aumenta el estrés, los docentes tienden a recurrir más a estas estrategias. Por otro lado, se observaron correlaciones negativas significativas entre el estrés y estrategias como “autocrítica” y “retirada social”, lo que indica que, al aumentar el estrés, la utilización de estas estrategias tiende a disminuir. Por último, el estudio de Martínez et al. (2024) tuvo como objetivo analizar el Síndrome de Burnout en docentes, así como el grado de predicción que la inteligencia emocional y los estilos de humor tienen en él. El estudio cuantitativo encontró una relación entre aspectos de la inteligencia emocional y los estilos de humor con el burnout. El análisis de regresión mostró que la regulación emocional predice en parte el burnout profesional y que la evaluación de las propias emociones y el humor afiliativo explican parte del burnout relacionado con el alumnado. Para entender la inteligencia emocional podemos remitirnos a las inteligencias múltiples de Gardner (1983), las cuales anteceden a la inteligencia emocional, dicho autor propuso los ocho tipos de inteligencia:
Algunos autores agregan otra inteligencia y aseguran es la principal de todas, esta es la inteligencia emocional, tal es el caso de Bisquerra (2001) quien asegura que de esta inteligencia depende el desarrollo de las demás, haciendo énfasis en que se debe priorizar la educación emocional en las instituciones educativas. Para entender a lo que llamamos inteligencia, Thorndike (1920, como se citó en López, 2007, p. 18) explica que “la inteligencia se refería a la habilidad de una persona para comprender y manejar a otras personas y para involucrarse en interacciones sociales adaptativas”. Si bien el término se ha asociado con las personas que tienen gran capacidad de razonamiento, de realizar planes ya sea a futuro o inmediatos, de resolución de problemas, habilidades para afrontar situaciones adversas, también se sabe que existen animales que poseen habilidades o capacidades adquiridas en el medio en que se desenvuelven y que usan para sobrellevar o afrontar situaciones adversas. Con las redes sociales se han hecho virales videos de mascotas que pueden abrir puertas, tomar comida y regresar al lugar para encerrarse de nuevo mientras sus dueños no se dan cuenta, eso por mencionar algo destacando que, en la situación mencionada, no se le brindó entrenamiento a la mascota por lo que se deduce que es una habilidad innata.
En este mismo sentido, Guerri (2022) expone que la inteligencia se trata de la capacidad que tienen las personas para captar lo que el entorno presenta, razonar, dar solución a los problemas y actuar eficiente y efectivamente en una situación determinada. Por su parte Rodríguez (2021) entiende a la inteligencia también como una capacidad, en este caso de entender, asimilar, elaborar información, además de que dicha información sea utilizada para resolver problemas, es decir, que la inteligencia parece estar ligada a las funciones mentales como son la percepción y la memoria.
Desde el punto de vista de la biología, la inteligencia se define como aquella capacidad que permite a los individuos adaptarse a situaciones nuevas o desconocidas para sobrevivir y poder solventarlas con éxito y es considerada como un rasgo propio de cada persona, es decir cada uno responderá de una manera diferente ante la situación presentada, sin embargo, se aclara también que los conocimientos y herramientas con las que cuenta el individuo previamente, ayudarán a que exista esa capacidad de adaptación (Mas, 2016).
Como se puede observar en las definiciones anteriores, se relaciona a la inteligencia con todo aquello que tiene que ver con la capacidad intelectual ya sea para resolución de problemas, enfrentamiento a situaciones adversas e incluso se considera como una capacidad que los individuos poseemos desde el nacimiento, pero que se puede desarrollar con los estímulos suficientes y adecuados. Pero, ¿qué es la emoción, cómo es que se relaciona con la inteligencia? Salovey y Mayer (1990, como se citó en Dueñas, 2002, p. 82) definieron la inteligencia emocional como “la capacidad para supervisar los sentimientos y las emociones de uno mismo y de los demás, de discriminar entre ellos y de usar esta información para la orientación de la acción y el pensamiento propios”. Según Goleman (2008, cómo se citó en Cisneros, 2020, p. 21) es: El potencial para alentarnos, perseverar en el esfuerzo sin importar las posibles frustraciones, alterar el alcance de nuestro estado de ánimo personal, para impedir que la angustia sea un obstáculo con las capacidades racionales y, tarde o temprano, la facultad de sentir y considerar a los demás. Por su parte Bar-On (1997) hace también su propia definición sobre el concepto de inteligencia emocional resaltando que es un conjunto de habilidades personales, emocionales y sociales y de destrezas que influyen en nuestra habilidad para adaptarnos y enfrentar las demandas y presiones del medio. Como tal, nuestra inteligencia no cognitiva es un factor importante en la determinación de la habilidad para tener éxito en la vida, influyendo directamente en el bienestar general y en la salud emocional.
A partir de lo anterior, el objetivo del presente estudio es identificar la relación que existe entre el nivel de inteligencia emocional en los docentes de educación básica de la ciudad de Durango, Dgo., México. y las características sociodemográficas: sexo, edad y función que desempeñan.
El presente es un estudio cuantitativo de alcance descriptivo y correlacional transversal y diseño no experimental. El instrumento utilizado para la recopilación de datos fue el TMMS-48 de Ferrándiz et al. (2006), el cual está compuesto por 48 ítems y una escala Likert: 1 = Completamente en desacuerdo, 2 = Algo en desacuerdo, 3 = Ni de acuerdo ni en desacuerdo, 4 = Algo de acuerdo y 5 = Completamente de acuerdo. La aplicación de dicho instrumento se llevó a cabo mediante la modalidad de formulario de Google compartido vía WhatsApp, donde en su parte introductoria, se solicitó el consentimiento informado de las unidades de análisis y se expuso que dicho instrumento era totalmente anónimo y la información recabada tendría carácter confidencial. El análisis de los datos se llevó a cabo mediante el programa de análisis estadístico SPSS v25. Los sujetos de investigación fueron 78 docentes de grupo, de apoyo y directivos que son parte de las escuelas primarias de la Zona Escolar 139 y de la secundaria “Honor y Gloria” T. M., ubicadas en la ciudad de Durango, Dgo., México. Finalmente, este estudio realizó la protección de los derechos y garantías de los participantes (sección 8.01 de los principios éticos de la American Psychological Association, 2017).
Para iniciar, se identificó a los sujetos de estudio de acuerdo a las características sociodemográficas: sexo, edad y función que desempeñan.
Sexo
De acuerdo al sexo de los sujetos de investigación, 37 fueron hombres y 41 fueron mujeres.
Tabla 1. Género al que pertenecen los sujetos de Investigación
|
Frecuencia |
Porcentaje |
|
Válido |
Hombre |
37 |
52.6 |
Mujer |
41 |
47.4 |
|
Total |
78 |
100.0 |
Edad
En relación a la edad, 20 personas están en el rango de 20 a 30 años; 17 personas en el rango de 31 a 40 años; 22 de ellos tienen entre 41 y 50 años, 17 tienen entre 51 y 60 años y 2 tienen más de 60 años.
Figura 1. Edad al que pertenecen los sujetos de Investigación
Función que desempeña
En relación a la función que desempeñan los sujetos de investigación 6 de ellos son directivos, 57 son docentes y 15 son docentes de apoyo.
Tabla 2. Función que desempeñan los sujetos de investigación
|
Frecuencia |
Porcentaje |
|
Válido |
Directivos |
6 |
7.7 |
Docentes |
57 |
73.1 |
|
Docentes de apoyo |
15 |
19.2 |
|
Total |
49 |
100.0 |
Nivel de inteligencia emocional en los docentes de educación básica de la ciudad de Durango
Para identificar el nivel de inteligencia emocional en los docentes de las escuelas primarias de la Zona Escolar 139 y de la secundaria “Honor y Gloria” T. M., ubicadas en la ciudad de Durango, a continuación se muestra la tabla que comprende cada uno de los ítems del instrumento con su respectiva media aritmética, para que con la suma de estas medias se obtenga un promedio y se defina el nivel de inteligencia emocional de dichos docentes.
Tabla 4. Medias aritméticas de cada uno de los aspectos del instrumento
ASPECTOS |
N |
Media |
La variedad de sentimientos hace que la vida sea más interesante |
78 |
4.09 |
Trato de tener buenos pensamientos, no importando cuan mal me sienta |
78 |
4.26 |
No tengo mucha energía cuando estoy feliz |
78 |
1.87 |
A la gente le iría mejor si sintiera menos y pensara más |
78 |
2.88 |
Usualmente no tengo mucha energía cuando estoy triste |
78 |
3.09 |
Cuando estoy enojado/a, generalmente permito sentirme de esa manera |
78 |
2.69 |
Pienso que no vale la pena poner atención a mis emociones o estados de ánimo |
78 |
2.05 |
Frecuentemente no me importa mucho lo que estoy sintiendo |
78 |
1.95 |
A veces no puedo explicar lo que siento |
78 |
2.64 |
Si encuentro que me estoy enojando, trato de calmarme |
78 |
3.62 |
ASPECTOS |
N |
Media |
Tengo mucha energía cuando estoy triste |
78 |
1.94 |
Rara vez estoy confundido/a acerca de cómo me siento |
78 |
2.96 |
Pienso constantemente acerca de mi estado de ánimo |
78 |
2.88 |
No permito que mis sentimientos interfieran con lo que pienso |
78 |
3.18 |
Los sentimientos le dan dirección a la vida |
78 |
3.74 |
Aunque a veces estoy triste, tengo una actitud mayormente optimista |
78 |
3.69 |
Cuando estoy perturbado/a, me doy cuenta de que “las cosas buenas de la vida” son ilusiones |
78 |
3.55 |
Creo en el actuar desde los sentimientos |
78 |
3.55 |
Nunca puedo explicar cómo me siento |
78 |
2.28 |
Cuando estoy feliz me doy cuenta de lo tontas que son la mayoría de mis preocupaciones |
78 |
3.13 |
Creo que es saludable sentir cualquier emoción que sientas |
78 |
3.68 |
Para mí, la mejor manera de manejar mis sentimientos es experimentarlos al máximo |
78 |
3.10 |
Cuando me siento molesto/a me recuerdo de todos los placeres de la vida |
78 |
2.71 |
Mis creencias y opiniones cambian dependiendo de cómo me sienta |
78 |
2.60 |
Usualmente tengo mucha energía cuando estoy feliz |
78 |
3.94 |
A menudo estoy consciente de mis sentimientos respecto a las cosas |
78 |
3.82 |
Cuando estoy deprimido/a no puedo dejar de tener malos pensamientos |
78 |
3.27 |
Usualmente me siento confundido/a acerca de cómo me siento |
78 |
2.31 |
Uno nunca debería guiarse por las emociones |
78 |
3.27 |
Si estoy de muy buen humor, me recuerdo la realidad para deprimirme |
78 |
1.71 |
Nunca cedo a mis emociones |
78 |
2.79 |
Aunque a veces estoy feliz, tengo principalmente una actitud pesimista |
78 |
2.00 |
Me siento a gusto con mis emociones |
78 |
3.77 |
Es importante bloquear algunos sentimientos para preservar la salud mental |
78 |
3.32 |
Pongo mucha atención a cómo me siento |
78 |
3.47 |
Cuando estoy de buen humor soy optimista acerca del futuro |
78 |
3.81 |
No puedo dar sentido a mis emociones |
78 |
2.49 |
No Pongo mucha atención a mis sentimientos |
78 |
2.41 |
Siempre que estoy de mal humor soy pesimista acerca del futuro |
78 |
2.32 |
Nunca me preocupo por estar de muy buen humor |
78 |
2.49 |
A menudo pienso acerca de mis sentimientos |
78 |
3.22 |
Usualmente Estoy muy claro/a acerca de mis sentimientos |
78 |
3.53 |
No importa cuán mal me sienta, trato de pensar acerca de cosas agradables |
78 |
3.86 |
Los sentimientos son una debilidad que los humanos tenemos |
78 |
2.47 |
Usualmente conozco mis sentimientos acerca de alguna cosa |
78 |
3.68 |
Es usualmente una pérdida de tiempo pensar en tus emociones |
78 |
2.13 |
ASPECTOS |
N |
Media |
Cuando estoy feliz a veces me recuerdo a mí mismo/a de todo lo que puede salir mal |
78 |
2.37 |
Casi siempre sé exactamente cómo me siento |
78 |
3.47 |
PROMEDIO |
78 |
3.00 |
De acuerdo con la tabla anterior, se identifica una media aritmética general de 3.00, se realizó una regla de tres simple donde se contempla la frecuencia de respuesta que se manejan en la encuesta, donde a cada rubro se le otorgó un valor para medir numéricamente en el programa SPSS v25, considerando el valor de la media y que 5, el valor más alto corresponde a 100%, el porcentaje que se tiene en las respuestas es de un 60%.
Relación que existe entre la inteligencia emocional en los docentes de educación básica de la ciudad de Durango y las características sociodemográficas: sexo, edad y función que desempeñan.
De inicio se realizó la prueba de normalidad de Kolmogorov-Smirnov para identificar la distribución de las variables/aspectos a analizar y se pudo concluir que como el valor de significación estadística para todas las variables fue de .000, o sea menor que p<.05, entonces la distribución de los datos de las variables no es normal, por lo que se definió utilizar pruebas no paramétricas para identificar la relación entre la inteligencia emocional y las características sociodemográficas arriba citadas
Para realizar la comparación de grupos en cuanto al sexo, hombre y mujer, se realizó la prueba U de Mann-Whitney, donde se identificaron los aspectos o ítems significativos (p<.05). Así pues, resultaron cinco ítems significativos, es decir, se encontraron diferencias estadísticamente significativas en cuanto a las opiniones de los hombres y mujeres en relación a su inteligencia emocional, dichos ítems fueron: La variedad de sentimientos hacen que la vida sea más interesante (.008), Trato de tener buenos pensamientos, no importando cuan mal me sienta (.017), Uno nunca debería guiarse por las emociones (.026), Me siento a gusto con mis emociones (.005) y Cuando estoy de buen humor soy optimista acerca del futuro (018).
Para comparar las opiniones de los grupos respecto a su edad, de 20 a 30 años, de 31 a 40 años, de 41 a 50 años, de 51 a 60 años y de más de 60 años, la prueba no paramétrica utilizada fue Kruskal Wallis, donde también se identificaron los aspectos o ítems significativos (p<.05). A partir del análisis, se identificaron 13 ítems significativos, es decir, se encontraron diferencias estadísticamente significativas en cuanto a las opiniones de los grupos de edades en relación a su inteligencia emocional, dichos ítems fueron: La variedad de sentimientos hacen que la vida sea más interesante (.015), A veces no puedo explicar lo que siento (.017), Creo en el actuar desde los sentimientos (.038), Creo que es saludable sentir cualquier emoción que sientas (.001), Para mí, la mejor manera de manejar mis sentimientos es experimentarlos al máximo (.020), Usualmente tengo mucha energía cuando estoy feliz (.004), A menudo estoy consciente de mis sentimientos respecto a las cosas (.022), Si estoy de muy buen humor, me recuerdo la realidad para deprimirme (.025), Aunque a veces estoy feliz, tengo principalmente una actitud pesimista (.048), A menudo pienso acerca de mis sentimientos (.023), Usualmente estoy muy claro/a acerca de mis sentimientos (.005), No importa cuán mal me sienta, trato de pensar acerca de cosas agradables (.006) y Usualmente conozco mis sentimientos acerca de alguna cosa (.009).
Finalmente, para comparar las opiniones de los grupos respecto a la función que desempeñan, directivo, docente y docente de apoyo, la prueba no paramétrica utilizada fue Kruskal Wallis, donde también se identificaron los aspectos o ítems significativos (p<.05). A partir del análisis, se identificaron ocho ítems significativos, es decir, se encontraron diferencias estadísticamente significativas en cuanto a las opiniones de los grupos de directivos, docentes y docentes de apoyo en relación a su inteligencia emocional, dichos ítems fueron: Pienso que no vale la pena poner atención a mis emociones o estados de ánimo (.005), A veces no puedo explicar lo que siento (.000), Pienso constantemente acerca de mi estado de ánimo (.007), Cuando estoy perturbado/a, me doy cuenta de que “las cosas buenas de la vida” son ilusiones (.013), Cuando estoy feliz me doy cuenta de lo tontas que son la mayoría de mis preocupaciones (.011), Para mí, la mejor manera de manejar mis sentimientos es experimentarlos al máximo (.013), Uno nunca debería guiarse por las emociones (.045) y Es importante bloquear algunos sentimientos para preservar la salud mental (.002).
El medir el nivel de inteligencia emocional en los docentes de varias instituciones educativas implica conocer cómo piensan, sienten, actúan, etc., lo cual es un importante diagnóstico para saber el desenvolvimiento emocional que tienen dentro de su importante labor de formar a las nuevas generaciones, porque formar a las nuevas generaciones no solo implica dotarlos de conocimientos, sino también de formas de pensar y de actuar, considerando en una parte, al maestro como ejemplo. En este sentido el nivel de inteligencia emocional obtenido fue de un 60%, lo que representa que hay una amplia área de oportunidad para llegar al 100%. Esto podría trabajarse a partir de identificar el nivel de cada uno de los aspectos medidos y plantear acciones y/o estrategias contextualizadas para atender dichas oportunidades y, por último, observar cómo se da la relación entre la inteligencia emocional y los participantes de acuerdo a su sexo, edad y función que desempeñan, es un invaluable diagnóstico para atender de manera específica cada aspecto o variable de dicha inteligencia, poder tomar las mejores decisiones sustentadas, obtener los mejores esperados.
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