Revista Digital de la Unidad Académica de Docencia Superior,
Universidad Autónoma de Zacatecas, ISSN: 2594-0449.
Delgadillo Sustaita, Araceli y Villagrán Rueda, Sonia. (2022). Educación emocional y procesos de aprendizaje respecto al rendimiento académico en nivel primaria. Revista digital FILHA. Julio-diciembre. Número 27. Publicación semestral. Zacatecas, México: Universidad Autónoma de Zacatecas. Disponible en: http://www.filha.com.mx. ISSN: 2594-0449.
Araceli Delgadillo Sustaita. Mexicana. Licenciada en Psicología Clínica por la Universidad Autónoma de Zacatecas. Estudiante de Maestría en Educación y Desarrollo Profesional Docente de la Universidad Autónoma de Zacatecas. Correo electrónico: aracelidelga13@gmail.com CVU CONACYT: 971140.
Sonia Villagrán Rueda. Mexicana. Doctora en Psicología y Educación por la UAQ. Docente investigadora en la UAZ. Integrante del Núcleo Académico Básico (NAB) de la Maestría en Educación y Desarrollo Profesional Docente (MEDPD) registrada en PNPC de CONACYT. Integrante del SNI Nivel 1 del CONACYT. Perfil Deseable PRODEP. Líder del Cuerpo Académico UAZ CA 214. Publicaciones de libros, capítulos de libros, artículos científicos para revistas indexadas de alto impacto en el área de psicología educativa y laboral. Orcid ID: https://orcid.org/0000-0001-5389-574X Contacto: soniavillagran@uaz.edu.mx
Emotional education and learning processes regarding academic performance in elementary school
Resumen: El objetivo del presente artículo es demostrar cómo influyen las emociones en los procesos de aprendizaje respecto al rendimiento académico del alumnado de un grupo de tercero de primaria en Guadalupe, Zacatecas. La metodología es de tipo cualitativa, bajo el diseño fenomenológico, utiliza la aplicación de un instrumento de elaboración propia en referencia al manejo de emociones y procesos de aprendizaje a un grupo de 18 estudiantes, identifica emociones positivas y negativas. Los resultados obtenidos muestran que el grupo de tercero de primaria alberga altos porcentajes de emociones negativas vinculadas a los procesos de aprendizaje, denotando que el miedo y la vergüenza son experiencias que se dan en situaciones de manera directa e indirecta, es decir la niña y el niño reconocen la emoción, sin embargo, no la identifican ante una situación que puede ser angustiante y/o estresante, como lo es una evaluación y esto se refleja en su rendimiento académico, por lo que se concluye que es evidente que las emociones ya sean positivas o negativas tienen un gran significado dentro de las aulas, por lo que es necesario desarrollar estrategias y/o técnicas que faciliten habilidades para que la niña y el niño pueda afrontar situaciones de estrés y angustia, ante evaluaciones académicas.
Palabras clave: procesos de aprendizaje, educación emocional, rendimiento académico.
Abstract: The objective of this article is to demonstrate how emotions afect learning processes in a third grade group in Guadalupe, Zacatecas. The methodology is of qualitative type, under the phenomenological design, it uses the application of a self-made instrument in reference to the management of emotions and learning processes to a group of 18 students, it identifies positive and negative emotions. The results obtained show that the third grade group harbors high percentages of negative emotions linked to learning processes, denoting that fear and shame are experiences that occur directly and indirectly in situations. Childs recognize emotion, however, they do not identify it in a situation that can be distressing and/or stressful, such as an evaluation and this is reflected in their academic performance, so it is concluded that emotions, positives or negatives, have a great meaning in the classroom, so it is necessary to develop strategies and/or techniques that facilitate skills so girls and boys could face situations of stress and anguish, before academic evaluations.
Keywords: learning processes, emotions, emotional education, academic performance.
Abordar la educación emocional como un proceso de aprendizaje podría ampliar las diferentes perspectivas dentro del ámbito educativo, en relación a desarrollar y emplear estrategias para la resolución de problemas. Es un tema que ha cobrado gran relevancia en diferentes ámbitos debido a las crisis sociales que generan emociones negativas como estrés, pánico, ansiedad, miedo, etc.
En el trabajo de la autora de esta investigación como psicóloga clínica que labora en un centro de intervención ubicado en el municipio de Víctor Rosales, Zacatecas, se identificó que algunas niñas y algunos niños de los 8 a 9 años que acuden a terapia suelen presentar cambios y conductas inapropiadas debido a situaciones como, bullying, ansiedad, estrés, abandono familiar etc., Esto implica serios problemas en su rendimiento académico e interacción social, sin embargo, se ha observado que mediante la dinámica del juego suelen conocer y comprender las emociones además de mostrar un interés por aprender no solo en terapia, también en lo escolar. Esto se observó durante sesiones terapéuticas y en un taller realizado en una escuela de Guadalupe, Zacatecas específicamente en dos grupos; tercer y cuarto año de nivel primaria.
La escuela se ha convertido en un ambiente esencial de crecimiento para el alumnado si bien, Benavent (2021) dice que como futuros docentes se debe tener en cuenta que las emociones ya se encuentran en el interior de cada persona. Significa que es algo que no se puede enseñar, pero sí trabajar, pues se trata de educar emocionalmente no sólo para mejorar el rendimiento académico, sino también para mejorar el desarrollo integral y adquirir y fortalecer competencias socioemocionales que son de utilidad para la niña y el niño. Por eso, esta investigación centra su interés en el ámbito educativo, dado que la mayoría de las niñas y niños atendidos fueron derivados por escuelas.
El propósito es analizar y conocer las emociones de los alumnos respecto al rendimiento académico e identificar las emociones positivas y negativas que contribuyen al bienestar personal y así lograr un ambiente favorable dentro del ámbito escolar.
La metodología es de tipo cualitativa bajo el diseño fenomenológico y utiliza como técnica de recolección de información un cuestionario de elaboración propia basado en uno ya existente de Aldunante et al., (2020). El propósito del instrumento consistió en identificar y explorar la educación emocional en relación a los procesos de aprendizaje en el rendimiento académico. La población objeto de estudio fue de 18 estudiantes por lo que se optó por un censo, dichos estudiantes son de tercero de primaria de una escuela de Guadalupe, Zacatecas.
La pregunta general de investigación que se plantea es: ¿Cómo influyen las emociones en relación a los procesos de enseñanza-aprendizaje y rendimiento académico, al implementar una educación emocional? Y el objetivo general demostrar el poder de las emociones en los procesos de enseñanza-aprendizaje si se implementa una educación emocional.
La hipótesis de investigación es que: una educación emocional contribuirá a mejorar el rendimiento académico de las y los alumnos de nivel primaria. Por lo que en la presente investigación se analizan las variables: educación emocional, procesos de aprendizaje y rendimiento académico. Mismas que son palabras fundamentales para estudiar las distintas concepciones empleadas, para facilitar mejor la claridad y conocimiento y resaltar las diferentes perspectivas de autoras y autores. Por otro lado, es importante aclarar que no se lleva a cabo una intervención, únicamente se recopila información, análisis y descripción del fenómeno.
En cuanto al estado del arte se consideraron investigaciones cualitativas sobre el fenómeno estudiado, lo que permitió conocer cómo se encontraba dicho fenómeno en el mundo. Por mencionar, se tiene la investigación de Bosada que en el 2020 señaló que un 90% de maestras y maestros no tienen ni han recibido una formación como educadores emocionales. En ese sentido, indica que el profesorado no debe concentrarse únicamente en la enseñanza de modelos de conductas correctas, sino que debe prestar atención a las emociones, tratando de comprender el comportamiento del alumnado desde el punto de vista personal y social para poder ejecutar un trabajo en conjunto.
Los resultados encontrados en la presente investigación se muestran mediante gráficas, se presenta una breve descripción de los porcentajes que representa la emoción del miedo, tristeza, vergüenza, ira, felicidad y alegría respecto a las actividades concretas y se hace alusión a los procesos de aprendizaje como lo es; la lectura frente grupo, convivencia grupal, aplicación de un examen. Posteriormente, se presentan gráficas de un antes y un después que sirven para identificar y analizar los porcentajes de concentración, irritabilidad, miedo, preocupación, motivación, inseguridad, llanto, etc., al momento en que las y los niños realizan una evaluación y/o examen.
¿Qué es la educación emocional? Algunas investigaciones hacen el señalamiento del concepto de emoción y las teorías de las emociones. Según Bisquerra (2005) “la educación emocional debe ser un proceso continuo permanente que debe estar presente a lo largo de todo el currículum y en la formación permanente de toda la vida” (p.96). Su finalidad es el desarrollo y la competencia emocional que ayuda a las y los alumnos a mejorar su bienestar social, personal y dentro del aula fortalece la convivencia y ambiente escolar.
Es interesante señalar los diferentes contextos en los que puede llegar a desarrollarse la educación emocional, no precisamente tiene que ir enfocado al sistema educativo debido a que el ser humano se desarrolla y crece en un contexto familiar, finalmente se desenvuelve en la sociedad, por ende, puede reflejarse como un carácter preventivo, al desarrollar estrategias, competencias emocionales y fortalecer el desarrollo personal y social.
En numerosos contextos la emoción puede estar presente. El campo que centra y enfoca este trabajo es respecto al contexto de la educación, por lo tanto, para definir este concepto se ha tomado de uno de los autores que ha hecho investigaciones acerca de la educación emocional y la determina Bisquerra (2003) como: “Un estado complejo del organismo caracterizado por una excitación o perturbación que predispone a una respuesta organizada. Las emociones se generan como respuesta a un acontecimiento externo o interno” (p. 12).
Por otra parte, vinculado al concepto de Muslera (2016) “las emociones constan de tres componentes principales: naturaleza fisiológica, cognitiva y de comportamiento” (p.7). Para dicha autora se componen por tres componentes además de resaltar algunos de sus principales y notorios en cada una de ellas, es decir, en lo fisiológico se puede llegar a presentar: sudoración, respiración acelerada, taquicardia, los cambios que el cuerpo refleja y expulsará, cuando experimenta una emoción positiva y negativa, de cierta manera son involuntarios.
Fernández & Montero (2016) citando a Goleman (1995) mencionan que: durante muchos años, el principal objetivo académico ha sido el desarrollo del coeficiente intelectual (CI) e ignora el componente afectivo de la persona. Existen personas con excelentes calificaciones académicas y con un CI alto y carecen por completo del éxito en sus vidas. Dicho autor hace referencia a la relevancia que tienen las calificaciones en cantidad y un número que refleje o demuestre un CI alto, sin embargo, ello no determinará una vida exitosa.
En el ámbito escolar los procesos de enseñanza y aprendizaje van de la mano con una misma finalidad y tiende a ser de manera individual, en este sentido, la educación tiene un papel importante en donde el alumnado, profesorado e incluso las familias juegan un rol primordial. De acuerdo con Ortiz (2018) para que sea exitoso, no alcanza únicamente con que la alumna y el alumno memoricen aquello que se le enseña. Para adquirir un conocimiento requiere de un alcance en lo emocional y cognitivo, sobre todo la motivación como parte esencial para el éxito.
El juego es una de las herramientas dentro de los procesos de aprendizaje, ciertamente en los primeros años de primaria tiende a incrementar la disponibilidad e interés por interactuar. La Secretaría de Educación Pública (2017) nos dice que es durante el juego donde se van desarrollando diferentes aprendizajes, por ejemplo, en torno a la comunicación niñas y niños aprenden a escuchar, comprender y comunicarse con claridad en relación a la convivencia social, asimismo, trabajan de forma colaborativa para conseguir lo que se proponen.
Por otro lado, un proceso de aprendizaje es una organización cerebral que involucra a las emociones. “El componente básico para el procesamiento de la información en el cerebro es la neurona, una célula es capaz de acumular y transmitir actividad eléctrica”, según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (2008, p.30). En otras palabras, se rige por infinidad de conexiones totalmente particulares e individuales y podría ser alguna de las tantas explicaciones del porqué algunas niñas y niños no aprenden de la misma manera, por ejemplo: hay quienes aprenden a escribir y a leer en rango de edades diferentes.
Ariza, Blanchar & Rueda (2018) mencionan que el rendimiento académico es un proceso complejo que bien podría plantearse como una propiedad emergente de un sistema educativo y donde se entrecruzan múltiples variables. Por tal motivo, el desempeño bajo de un alumno y una alumna claramente no dependerá únicamente de las y los maestros puesto que no tienen un papel principal, en este sentido el entorno social, sistema educativo y la participación familiar podrían ser factores que influyen.
La metodología es cualitativa bajo un diseño fenomenológico a través de un estudio de caso, con 18 estudiantes de un grupo de tercero de primaria de nivel básica de Guadalupe, Zacatecas. La técnica de recolección de información fue a través de un cuestionario que permitió analizar y explorar la influencia de las emociones en relación a los procesos de aprendizaje y rendimiento académico, dicho cuestionario es de elaboración propia basado en uno ya existente, haciéndose algunas adecuaciones. El instrumento que se tomó como referencia es del país de Chile de la Dirección de Educación Pública (DEP, 2020) el cual fue validado a través de un pilotaje dirigido a 120 docentes, expertas y expertos en el tema.
Para la elaboración del instrumento como ya se ha mencionado, se consideró, un cuestionario existente que se encuentra en el cuadernillo titulado: “Instrumentos para la medición de condiciones socioemocionales, que va dirigido a la comunidad de educación preescolar y escolar básica” por Aldunante et al., (2020) y editado por la DEP en 2020 de Chile. El objetivo de dicho cuadernillo es prevenir y apoyar los posibles problemas socioemocionales del alumnado a cargo de las y los docentes. A través de cinco cuestionarios divididos por rangos etarios del preescolar y básica, junto a las orientaciones y el material para ser implementados por las y los docentes de la educación pública. Encontrándose la siguiente definición “el diseño de cuestionarios que evaluarán el impacto de la pandemia en los alumnos y sus familias, que abarcarán los factores protectores y de riesgo, e indicadores de salud mental” (Aldunante et, al., 2020, p. 3.). Y a su vez, pretenden detectar si existen dificultades que afecten los procesos de aprendizaje, como la memoria, el desarrollo del lenguaje y de habilidades socioemocionales y cognitivas. Para su validación se realizó una prueba piloto a 120 docentes para obtener información y conocer la vida del alumnado durante la cuarentena, además su revisión final fue mediante mesas de trabajo por personas de la DEP (2020) de Chile y especialistas externos a la mesa.
El instrumento utilizado para la presente investigación denominado “Cuestionario de manejo de emociones y procesos de aprendizaje en el alumnado” que surgió del cuadernillo de la DEP (2020) derivado de las modificaciones y adecuaciones en la estructura de forma y contenido, mencionando algunas adecuaciones a manera de ejemplo, las siguientes: cambio de imágenes en lugar de papalotes se usó emojis para representar las emociones (vergüenza, miedo, felicidad, ira, alegría y tristeza) además se eligió la opción de hacer preguntas cerradas, ya que el original instrumento maneja de opción mixta. En cuanto a contenido, se dividió en dos secciones:
La primera sección comprende el tema de los procesos de aprendizaje y señala preguntas en referencia a actividades específicas con la finalidad de tener exactitud y claridad, ya que al emplear términos teóricos podría ser una limitante para el alumnado de tercero de primaria. Por lo tanto, las preguntas tienen relación con la elaboración y/o realización de un examen, lectura y convivencia escolar.
La segunda sección incluye contenido del rendimiento académico respecto a la relación que tienen las emociones ante un resultado, es decir; antes y después de una evaluación. Las preguntas van dirigidas a situaciones particulares en referencia a lo cognitivo y emocional, son cerradas de opción múltiple; cuatro en la primera sección y diez en la segunda: sumando un total de catorce preguntas.
El cuestionario se basa en seis emociones básicas: miedo, ira, tristeza, alegría, felicidad y vergüenza y se tomó de referencia el universo de las emociones con una estructura de positivas, negativas y ambiguas, según Bisquerra (2016). Cabe señalar que la mayoría de las autoras y autores clasifican a la alegría dentro de las positivas, mas no el amor. Bisquerra (2016) menciona que “es una de las emociones más complejas, por eso es de las que más educación emocional necesita” (p. 29-30). Por esta razón, se incluye la emoción de la alegría, debido a que se tiene más conocimiento e identificación mientras que, la vergüenza pertenece a las emociones ambiguas (sociales) como un eje central e importante, debido a ello se incluye en el instrumento.
Para validar el instrumento “Cuestionario de manejo de emociones y procesos de aprendizaje en el alumnado” de elaboración propia, se realizó una prueba piloto en un grupo de tercero de primaria turno matutino en la ciudad de Aguascalientes, Aguascalientes; aplicándolo a seis alumnas y alumnos, el día 23 de febrero de 2022. Con el fin de realizar una práctica para detectar las facilidades y las posibilidades de entender el instrumento y considerar las respuestas como comparación con las del grupo de aplicación a futuro. También se llevó a cabo para analizar las instrucciones, verificar si las preguntas son entendibles y fáciles de responder e incluso medir el tiempo, aunque es claro que, eso tendría que variar de acuerdo con el número del alumnado.
Los resultados obtenidos en la prueba piloto permitieron hacer modificaciones en las instrucciones, explicar con mayor exactitud cada una de las preguntas, por ejemplo: en la segunda sección donde se pregunta ¿te sientes irritable o de mal genio? Tiene el propósito de identificar si experimentan la emoción de enojo, furia, ira, etc., de ser así seleccionar en la tabla; no pasa, pocas veces, algunas veces o siempre. En la tercera pregunta ¿tienes problemas para concentrarte, recordar cosas o aprender? se expuso un ejemplo de una niña que al realizar exámenes o evaluaciones olvida sus conocimientos, se distrae con facilidad o no logra concluir las actividades y al final interrogar si se sienten identificadas e identificados para que puedan seleccionar y/o elegir: poco, algunas o siempre.
El dar ejemplos de actividades y/o situaciones que involucran las emociones fue una forma sencilla, rápida y breve para que las y los estudiantes contestaran de manera precisa e incluso se les pidió que usaran el color azul y morado para marcar su respuesta puesto que la sección dos se encuentra divida por; antes y después de una evaluación marcada de esos colores con la intención de que la niña y el niño sigan una secuencia en los cuadros que aparecen en la tabla. Por lo tanto, sirvió de apoyo y a manera de ensayo se cumplió su propósito, analizar resultados con similitudes a la encuesta aplicada.
La forma de aplicación del “Cuestionario de manejo de emociones y procesos de aprendizaje en el alumnado” de elaboración propia, fue de manera presencial y se mostraron algunas imágenes de emociones positivas y negativas para que el alumnado las identifique y de ese modo pueda contestar. Debido a las edades de 8 y 9 años fue necesario hacer una breve introducción y explicación de cómo contestar. También las indicaciones fueron dirigidas a 11 alumnas y 7 alumnos siendo el total de 18 estudiantes del grupo de tercero de primaria en una escuela de Guadalupe, Zacatecas, además de coincidir con las edades antes mencionadas, debido a la contingencia del COVID-19 se tomaron las medidas sanitarias siguiendo el protocolo establecido por la escuela como; el uso de cubrebocas adecuado, gel antibacterial y la sana distancia.
Para su aplicación fue necesario dividir el grupo del 50% que asiste a clases presenciales y así aplicar una parte antes del receso y el resto después en un tiempo de 20-30 minutos así es que, se mostraron imágenes alusivas a las seis emociones en un tamaño de hoja carta cada una para que se pudieran apreciar de una manera clara y precisa, finalmente se dieron las indicaciones de cómo contestar el cuestionario mismo que se realizó el día jueves 24 de febrero de 2022.
El análisis de resultados fue mediante el programa de Excel y para su elaboración se eligieron gráficas de las secciones del instrumento de aplicación. En el caso de la primera sección se abordaron los procesos de aprendizaje mediante preguntas concretas de algunas actividades de enseñanza de tal modo que se hizo alusión a las emociones positivas y negativas. En la segunda al rendimiento académico, por lo cual se realizaron cuatro gráficas de las preguntas de la sección uno para obtener el porcentaje de: vergüenza, miedo, felicidad, ira, alegría y tristeza. Para la sección dos se elaboraron dos tablas de las 10 preguntas mediante la frecuencia de: no pasa, pocas veces, algunas veces y siempre pasa, para sacar los porcentajes de un antes y después de una evaluación.
A continuación, se muestran los resultados de la aplicación del cuestionario de manejo de las emociones y procesos de aprendizaje en el alumnado, donde se les preguntó sobre las emociones que experimentan al realizar actividades de aprendizaje en el aula.
Gráfica 1. Convivencia durante las actividades en equipo
Fuente: elaboración propia.
En la gráfica 1 se distingue mayor porcentaje en cuanto a la felicidad con un 61% y el resto de un 39% respecto a la alegría puesto que las y los niños del grupo manifiestan emociones positivas al realizar actividades en equipo. Esto tiene similitud con Hurtado (2021) al describir y referirse a un clima favorable como bienestar en las y los estudiantes y consecuentemente, permiten un aprendizaje significativo al manifestar las emociones antes mencionadas.
Gráfica 2. La aplicación de un examen
Fuente: elaboración propia.
La gráfica 2 muestra un porcentaje de 50% en la emoción del miedo. Esto es así dado que el alumnado experimenta sensaciones negativas al escribir un examen, esto tiene lógica dado que, en la mayoría de los casos ser evaluados no es algo que guste. Esto coincide con la señalado por Pulido & Herrera (2017) “el miedo puede incidir de manera evidente, en el desempeño académico del sujeto, así como la interacción con el resto de las personas” (párr. 18). Pudiendo limitar y bloquear sus conocimientos en ese momento.
Gráfica 3. Lectura frente al grupo
Fuente: elaboración propia.
Ahora bien, en la gráfica 3 se dio cuenta a un 83% del alumnado al experimentar la vergüenza, puesto que experimentan emociones negativas al ser expuestas y expuestos mediante la lectura frente al grupo y el 17% siente miedo ambas siendo respuestas poco agradables.
Gráfica 4. Examen y/o actividades
Fuente: elaboración propia.
Los resultados de la gráfica 4, a diferencia de las anteriores, muestran porcentajes de un 33% de la emoción del miedo y 17% en la ira, esto significa que al recibir una calificación, la mitad presenta una buena actitud, mientras que, la otra parte es totalmente diferente. Ya que el 22% siente alegría y el 28% felicidad. Esto pudiera darse debido a que las y los niños experimentan sensaciones de agrado y desagrado, por un lado, la situación que pudiera causarles estrés ya pasó, pero existe cierta incertidumbre por un resultado.
Gráfica 5. Antes de una evaluación
Fuente: elaboración propia.
Ahora bien, las emociones experimentadas antes de una evaluación indican al 50% de niñas y niños con poca irritabilidad, dolor de cabeza, preocupación y satisfacción. 39% pocas veces y siempre. Mientras que algunas veces el 50% siente preocupación, motivación y problemas para concentrarse. (véase en la gráfica 5). Se detectaron similitudes con Hernández, Mena, & Ornelas (2015) al describir “La motivación como un factor preponderante que influye de manera directa en el ambiente positivo o negativo del aula y que puede afectar de manera considerable la enseñanza” (p. 3). Es un hecho que la falta de motivación tiene un efecto negativo en el aprendizaje y rendimiento del alumnado, tal como se muestra en la siguiente gráfica.
Gráfica 6. Después de una evaluación
Fuente: elaboración propia.
Finalmente, los resultados después de una evaluación en comparación con los de antes de una evaluación, indican un 33% en la motivación y la satisfacción de un 39% en el rango de siempre pasa, a diferencia de un 11% respecto a los problemas de concentración y un 5% en la concentración. En este sentido, las causas pueden ser que los niveles de experimentar emociones negativas bajan, debido a una situación estresante o angustiante del alumnado, como lo es una evaluación, y eso provocaría problemas en lo cognitivo y emocional.
El grupo de tercero muestra porcentajes de emociones negativas como: el miedo 50%, irá 17% y la vergüenza 83% relacionándolo a los procesos de aprendizaje. Respecto a actividades concretas como la aplicación de un examen, una lectura frente al grupo, sin embargo, al comparar estas evidencias con el porcentaje de un 61% en relación con la convivencia grupal podría ser un factor para bajar niveles de estrés y quizá pueda verse la motivación ya que esta podría generar confianza.
Mientras que el miedo y la vergüenza son experiencias que se dan en situaciones de manera directa e indirecta, es decir los alumnos de ese grupo reconocen la emoción, pero no la identifican ante una situación que puede ser angustiante y/o estresante, como lo es una evaluación que se ve reflejado en su rendimiento académico. Mientras que los factores cognitivos y emocionales influyen con mayor probabilidad de porcentaje, después de una evaluación académica.
Es evidente que las emociones influyen en el alumnado y ello se refleja en su rendimiento académico. Además, la emoción negativa se puede vincular a la concentración y razonamiento de la niña y el niño sobre todo en situaciones que indiquen una mayor manifestación, como lo es una evaluación y/o cualquier actividad que tenga que ser evaluada.
Quizá convendría realizar actividades o técnicas que se enfoquen en el manejo de las emociones antes de realizar una evaluación e incluso el fomentar la motivación podría estimular el aprendizaje del alumnado, probablemente bajarán los niveles de angustia antes de una evaluación. Para ello podría emplearse un modelo de educación emocional en donde se trabaje con el conocimiento e interpretación de las emociones. Además de colaborar en conjunto, es decir; con la participación del alumnado, profesorado, padres y madres de familia.
Es necesario mencionar que, aunque existan varias investigaciones en las cuales se relacionan las emociones y el aprendizaje, es evidente que influyen muchos factores puesto que el alumnado experimenta distintas en diferentes situaciones, asimismo sucede con los estilos de aprendizaje. Tiria (2015) afirma que “las emociones logran influir en ocasiones de una forma evidente y en otras de manera indirecta en los procesos de aprendizaje de las niñas y los niños” (p. 42). Esto se puede deber a que las y los estudiantes no son conscientes de sus emociones, por ejemplo: la vergüenza puede implicar no leer adecuadamente, por el simple hecho de estar frente al grupo siendo observado por todas y todos.
La educación emocional dentro de las aulas tiene un impacto significativo además de involucrar a los procesos de aprendizaje a manera que las emociones influyen y se refleja en un rendimiento académico. Es evidente que, en la actualidad, las escuelas tienen ciertas carencias respecto al tema, no solo en la esfera educativa, sino también en lo social, laboral, familiar etc. Sobre todo, en una sociedad en donde se vivió (y aún quedan secuelas) una pandemia como lo es el COVID-19 que provocó y generó cambios emocionales no sólo en el ámbito educativo. En el grupo de tercero de primaria se detectó a niñas y niños con la capacidad de reconocer e identificar las emociones, sin embargo, no se comprenden ni se manejan, para ello sería prudente implementar un modelo de educación emocional.
La importancia se revela en la demanda de nuestro alumnado al presentar problemas para aprender, por ejemplo: una niña que está pasando por una separación de su madre y/o padre al momento de realizar una evaluación saca malas notas dado que siempre suele obtener buenas calificaciones, esto podría ser un factor de estrés. O bien, un niño que suele tener problemas de concentración durante un examen pudiese ser que obtenga una evaluación baja, aun cuando sea muy inteligente, si experimentar emociones negativas éstas influyen de manera directa e indirecta.
Otro problema que enfrenta la sociedad educativa es el nivel y la capacidad que no tienen las y los maestros en cuanto a las herramientas necesarias para desarrollar técnicas de educación emocional, además las madres y los padres de familia podría ser que no conocen suficiente el tema para poder asesorar u orientar a sus hijas e hijos. Lo ideal sería que nuestro alumnado adquiera habilidades para implementarlas en diferentes situaciones, con la finalidad de minimizar las emociones negativas sin dar pauta a una afección académica.
La pregunta de investigación que se llevó a cabo fue la siguiente: ¿cómo influyen las emociones en relación a los procesos de aprendizaje y rendimiento académico, al implementar una educación emocional? Se responde que es claro que las emociones positivas o negativas tienen un gran significado dentro de las aulas pues es necesario conocer al alumnado, descubrir sus intereses para tener una dirección y con ello desarrollar estrategias y/o técnicas que faciliten habilidades para que la niña y el niño puedan afrontar situaciones de estrés y angustia en algo tan sencillo como lo es una evaluación, siendo que la emoción tiene una gran influencia para su desempeño, pero algunas veces no se es consciente de ello, aun así las emociones están presentes.
Finalmente, la hipótesis de este trabajo sustentó que una educación emocional contribuirá a mejorar el rendimiento académico de las y los alumnos de tercero de primaria en una escuela de Guadalupe, Zacatecas. Se identificó los procesos de aprendizaje y las emociones que tienen un impacto significativo al lograr integrarse bajo un modelo de educación emocional, lo cual se cumplió de manera parcial ya que si se llevaran a cabo estrategias y/o actividades en donde el alumnado obtenga habilidades socioemocionales para identificar y reconocer sus emociones claro que, puede ayudar en sus actividades escolares y así bajar los niveles de estrés antes y después de una evaluación llevándose a cabo algunos ejercicios que les facilite o ayude a disminuir su angustia y estrés. Faltan por obtener resultados de un trabajo de la educación emocional como un programa y/o modelo a desarrollar que facilite estrategias y/o actividades.
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