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Francisco Osorno y Ramón Kuri: el héroe y el filósofo por Roberto Martínez Garcilazo

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"Kuri Camacho, Ramón. José Francisco Osorno: líder insurgente en los llanos de Apan y en el departamento de Zacatlán, 1811-1824. Dirección de Fomento Editorial de la BUAP, México. Primera edición, septiembre de 2015. Cuatrocientas dieciséis páginas de 23 por 17 centímetros. ISBN: 978-607-487-898-1. 

A despecho de lo que afirma la cuarta de forros del libro, creo que este no es un libro de historia regional sino uno de teología de la historia, en el que de manera particular se estudia un episodio de la guerra de la Independencia mexicana. 

En esta obra, el Dr. Ramón Kuri -un gran filósofo hispanoamericano que ejerce su erudito y ordenado pensamiento para clarificar aspectos puntuales de la realidad con la finalidad de mejorar nuestro examen de la vida-, en esta obra, decía, confluyen las riadas cristalinas del ensayo biográfico (de esto es prueba la notable reconstrucción de la vida de Osorno), y las enérgicas aguas el ensayo político (aquí debemos citar su valoración de la guerra civil que culminó en la independencia de México respecto a la Corona española). 

Existe un elemento adicional que nimba toda la obra: la elocuencia literaria del texto. Comenzamos a leer el libro y unas cuantas páginas después -dos o tres, a lo mucho- nos descubrimos cautivados por la prosa de Ramón Kuri: a través de un apasionante relato -narrado en primera persona- el filósofo recrea el mundo insurgente del siglo XIX en la sierra de Puebla. 

Este Osorno de Kuri, está integrado por un prefacio, cinco capítulos, un epílogo y tres secciones de aparato crítico: Fuentes, Bibliografía, y Anexos. En esta última, se reproducen algunos documentos relacionados con la vida, la muerte y las acciones del que, a partir de la lectura del libro, será en adelante el héroe José Francisco Osorno. 

Sin embargo, se trata aquí de un heroísmo que no es convencional: no presenta dos rasgos canónicos del héroe clásico -nobleza aristocrática e híbrida condición divina- porque Osorno es un ranchero de la sierra. Pero, en cambio, nos muestra en toda su grandeza, la lucha trágica del hombre contra el formidable destino de que se opone a su voluntad. 

Aquí es propicio, para la reflexión y la creación de pensamiento, recordar que Maurice Blondel (1861-1849) planteó en su Filosofía de la acción, que el hombre no puede llegar a la perfección sin el don de la gracia; que el encuentro entre el hombre y Dios se produce en la acción; y que la acción es la encarnación del espíritu. Ahora, las proposiciones anteriores son el sustento de las siguientes dos preguntas cruciales: ¿Tiene la vida un sentido? y ¿Tiene el hombre un destino? 

Esto a propósito de la que considero que es la tesis central del libro del Dr. Kuri: la religión católica es el corazón de la cultura mexicana del siglo XIX. 

Formulemos la idea de otra manera: México en la primera mitad del siglo XIX era todavía paradigma de Cristiandad, en el sentido en que lo plantea Novalis, en Europa o la Cristiandad (1799). Un sentido escrito en él lamenta la ruptura de la Iglesia medieval y busca, por medio de la intervención del 'pueblo redentor', la reconstrucción de una nación que bajo el nombre de Cristo se inserte en la historia moderna. 

Cristiandad, también es una semiosfera en la que están relacionados sistemáticamente sus elementos de manera interdependiente y nutricia. En resumen, podríamos proponer que la Cristiandad es un dispositivo -en el sentido que utiliza Foucault, como un conjunto relacional de discursos e instituciones- que instaura un modo de vida. 

Como sabemos, esta Paideia cristiana mexicana será demolida por las Leyes de Reforma de 1859 (Matrimonio civil, Registro civil, Secularización de los cementerios, Supresión de las festividades religiosas, Libertad de cultos, Exclaustración de monjas y frailes) y no será sustituida por otra visión universal del mundo. En relación a esta orfandad religiosa, escribió Octavio Paz en su Laberinto... que los liberales le arrebataron al pueblo sus dioses y, a cambio, le entregaron un concepto jurídico: la igualdad ante la ley. 

En este punto debemos detenernos para notar que el Dr. Kuri plantea, en este libro, que ese proceso que bien podríamos llamar de Des-estructuración ontológica (desde la perspectiva de Franz von Baader que postula: no es posible la ética sin la mística), Secularización, Des-encantamiento o Desacralización de la vida, se inició -en el siglo anterior- con la expulsión de los jesuitas de México en 1767. 

Termino recordando ante ustedes que otro ilustre serrano, el maestro Ernesto de la Torre Villar, en su trabajo sobre la Iglesia mexicana durante la Independencia y la Reforma, planteó que aun cuando la Iglesia es una comunidad, la actitud personal y las formas de vida de cada uno de sus miembros son independientes, dentro de los límites que sus normas particulares les marcan. 

Lo anterior para fundar la explicación de los actos de los insurgentes Hidalgo, Morelos, Osorno; y los del padre Cantarines, ese sabio clérigo realista que cruza las páginas del libro del Dr. Kuri. 

Dios, los santos y las vírgenes siempre han salido a los campos de batalla para acompañar a los mexicanos en sus guerras. 

Señoras y señores, he terminado, les agradezco su atención.

Celebro la aparición de este bello libro del Dr. Ramón Kuri; lamento no poder estar aquí para abrazarlo cálidamente." En Martínez Garcilazo, Roberto. (18 de octubre de 2015). Francisco Osorno y Ramón Kuri: el héroe y el filósofo.  El sol de Puebla. [En línea]. Consultado el 22 de diciembre de 2015. Recuperado de http://www.oem.com.mx/elsoldepuebla/notas/n3978838.htm